Quiero sacarte de mi cabeza, de mi alma, de mi estómago,
gritarte putita, ramera de Sodoma, encarnación de Lilith,
pecadora, pero no puedo; en lugar de eso sigues aferrada
a mi columna, a mi carne, a mi cuerpo como una dulce
molestia sin la cual no puedo vivir.
Bukowski o la pérdida del pudor
Hace 6 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario