lunes, 19 de enero de 2009

Sin palabras.

A la maga que nunca me dijo que hacer…

Porque no escribir, porque no pensar, ¿qué malo ha de ser?
Tal vez sea la redención de la carne, la gruta que se cierra y me atrapa
La melancolía que viaja desde lo más insana obscenidad hasta la más sórdida locura, que se trasforma anquilosa en miles de dudas.
Donde hallar la salida, nose, tal vez, quizás. ¿Hacia dónde dirigir la mirada que se pierde en el vacío?
Tan solo eran emociones atrapadas, en espera de respuestas
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