A la querida Diana M.S, que entre sus poemas y palabras se reconoce a si misma, y a otras mujeres que no son escuchadas.
Deja que mis manos se impregnen de escritura, poesía y pintura,
deja que mis oídos se ensordezcan de música y cuentos.
Deja que mi cuerpo se encalambre y se canse por el baile,
deja que mi piel sienta la lluvia, y que mis ropas
se mojen sin temor a que enferme.
Deja que mi voz se oiga,
que pueda decir palabras de amor o reclamo;
deja que yo pueda decidir mi sexo, maternidad,
o quizás la soledad; deja que yo pueda conocer
a otros u otras, con los cuales compartir el lecho.
Déjame contar mis historias y relatos,
de lo que fui y lo que soy.
No niegues mi existencia, y
¡jamás vuelvas a golpearla¡.
Bukowski o la pérdida del pudor
Hace 6 años
Que bello de verdad gracias por tus palabras…percibo que aquí escribiste desde mi orilla y que tus palabras son más que precisas, muy bien construidas y mas que pensadas sentidas, realmente escribes muy bien ojalá busques espacios de publicaciones para ellas. Un abrazo muy afectuoso.
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