EL APARECIDOComo los ángeles de fiera mirada,
Volveré a tu alcoba
Y me deslizaré hasta ti sin ruido
Con las sombras de la noche;
Y te daré, morena mía,
Besos fríos, como la luna,
Y caricias de serpiente
Arrastrándose en torno a una fosa.
Cuando llegue la lívida mañana,
Encontrarás mi lugar vacío
Y hasta el anochecer seguirá frío.
Como otros por la ternura,
En tu vida y en tu juventud,
¡yo quiero reinar por el terror!
Y largas comitivas fúnebres, sin tambores ni música,
desfilan lentamente en mi alma; la Esperanza,
vencida, llora, y la Angustia atroz, despótica,
sobre mi cráneo inclinado enarbola su negro estandarte.
EPÍGRAFE PARA UN LIBRO CONDENADOLector apacible y bucólico,
Sobrio e ingenuo hombre de bien,
Tira este libro saturnal,Orgiástico y melancólico.
Si no has estudiado retórica
Con Satán, el astuto decano,¡tíralo!,
no entenderías nada,
o me creerías histérico.
Mas si, sin dejarse hechizar,
Tus ojos saben hundirse en los abismos,
Léeme para aprender a amarme;
Alma singular que sufres
Y vas buscando tu paraíso,
¡compadéceme!... si no, ¡te maldigo!
Ch. Baudelaire.